La Centella asiática (Centella asiatica L. Urban) es un principio activo básico de la cosmética actual que permite potenciar el colágeno natural de la piel favoreciendo la flexibilidad y elasticidad. Se trata de un activo cosmético con múltiples funciones, ya que reduce la permeabilidad capilar, mejora la hidratación y protege de las agresiones producidas por los radicales libres, gracias a su interesante acción antioxidante. Hoy te contamos todo sobre la Centella asiática.
Su relación con la cosmética y los activos cosméticos se remonta a tiempos remotos ya que dentro de su uso tradicional, con sus particularidades en las distintas zonas donde se utilizaba, el nexo común era el uso de la centella asiática era el tratamiento de afecciones cutáneas.
¿Qué es la Centella asiática?
La Centella asiática es una planta acostumbrada a vivir en zonas húmedas y con poca luz. Pertenece a la familia de las Apiaceae y es originaria de la zona pantropical del océano Índico en zonas (como la India, China, Indonesia, Australia, Srilanka, Madagascar y África del Sur, principalmente).
Debido a su acción cicatrizante y venotónica se utilizaba en la medicina tradicional de China e India especialmente para curar heridas. No en vano, la medicina tradicional hindú (Ayurveda) utiliza esta planta con el nombre de brahmi desde hace más de 3.000 años. De hecho, se sabe que la centella asiática refuerza los vasos sanguíneos y devuelve la elasticidad a las paredes arteriales, así como es recomendada para personas con presión arterial elevada o colesterol.
Los tallos de la centella asiática son finos, las hojas largas y las raíces de color beige. Las flores son rosadas y pequeñas.
Componentes interesantes de la Centella asiática
La la centella asiática contiene taninos (20-25%), aceite esencial (0,1%, con betacariofileno, transbetafarneseno y germacreno D), fitosteroles (campesterol, sitoesterol, estigmaesterol), mucílagos, resina, aminoácidos (alanina, serina, aminobutirato, aspartato, glutamato, lisina y treonina), el alcaloide hidrocotilina y un principio amargo (vallerina).
Más propiedades de la Centella asiática
La centella asiática es una planta comestible, rica en vitaminas, por lo que últimamente empezamos a encontrarla más a mano de lo que imaginamos para el consumo en el hogar. Se sabe que la centella asiática también juega un papel potenciando la protección de la capacidad neuronal, mejorando la capacidad de atención, la de concentración y aumentar la memoria.
Sus propiedades antiinflamatorias hacen que encontremos la centella asiática en productos contra la hemorroides o cremas para las piernas cansadas, entre muchas otras aplicaciones como tratamiento de úlceras estomacales y del intestino. Por su parte, las propiedades cicatrizantes de la centella asiática hacen que sea apropiada para muchas afecciones de la piel como activo cosméticos, así como para ayudar a cicatrizar heridas o para la prevención de queloides y cicatrices hipertróficas.
También posee propiedades regeneradoras, reparadoras y renovadoras. Como la Centella asiática contiene una acción antifúngica, antibacteriana y antifermentativa permite su aplicación sobre la piel agredida y es adecuada para pieles acnéicas. También es recomendada para tener unas uñas y un cabello sanos y fuertes.
Contraindicaciones
Se debe tener cuidado con esta planta perenne, herbácea y polimorfa, de aproximadamente 20 cm de altura, en caso de alergias a plantas apiáceas, a propiedades emenagogas, en casos de embarazo. Su consumo puede provocar efectos secundarios como dermatitis o erupciones cutáneas aunque la centella asiática en usos tópicos tiene alta tolerancia.
Aplicaciones cosméticas de la Centella asiática
La Centella asiática se utilizaba tradicionalmente como hierba medicinal, pero hoy la industria ha explotado los activos de la planta para fabricar en geles, jabones, cremas, infusiones o para su uso incluso en comidas, como condimento (búscalo como centella fresca).
En cuanto a su uso como activo cosmético, esta planta es uno de los ingredientes más utilizados en algunos productos de cosmética coreana. En gran parte, por sus propiedades antioxidantes que consigue previenen la aparición de arrugas prematuras y potencia la renovación celular para una piel elástica y joven, motivo por el que muchas cremas la incluyen en sus formulaciones para aportar un toque anti-edad.
Las propiedades reparadoras, calmantes e hidratantes se usan en lociones post-solares y productos anti-irritaciones, como los post-depilatorios, post-tatuajes, etc. Últimamente es común encontrarla en cremas anticelulíticas por su capacidad antiinflamatoria combinada con la capacidad de cicatrizar y mejorar la elasticidad, además de estimular el sistema linfático y mejorar la expulsión de residuos mediante la orina, la transpiración o las heces.
También te puede interesar
