#Prendasconhistoria De Kimonos y estilo
En la sección de Prendas con historia de este mes dejamos protagonismo al Kimono, una prenda característica de Japón que a día de hoy se ha convertido en un básico de cualquier armario gracias a su versatilidad tanto a la hora de combinar como de asignar funciones protectoras a la prenda.
Hoy te contamos todo sobre esta prenda convertida en icono por los grandes diseñadores que han convertido a esta prenda tradicional en un símbolo que casi todos han incorporado a sus colecciones cuando querían aportar aires asiáticos a sus colecciones.
Orígenes del kimono
El kimono tal y como lo conocemos hoy en día es diferente si se busca dentro del ámbito de la moda o de la cultura asiática, incluso su nombre ha variado a lo largo del tiempo. Se acepta que, en origen, el kimono surge gracias a las prendas chinas tradicionales y su significado literal es “cosa para llevar”, (ki – verbo Kiru que significa llevar y mono que significa cosa).
Como comentábamos, en origen se conocía una prenda similar llamada gofuku que era de características similares, como guiño a la ropa tradicional China conocida como hanufu y forma parte de ella desde el siglo V, si acaso podemos poner una fecha a un clásico que ha evolucionado tanto con El Paso del tiempo.
Del kimono al KIMONO
Si bien el principal material del que se fabrican es la seda en los kimonos de mayor calidad, encontramos kimonos de muchos tipos de telas, cortes y estampados; algo que no solo es consecuencia de la evolución sino también del propio status de la persona ya que, como es normal en prendas arraigadas en la tradición permitían dar información sobre la persona como el estado civil.
Además, a pesar de que hoy en día hayamos tomado el kimono como una prenda de entretiempo, tradicionalmente su uso era mucho más amplio por lo que también se adaptaba a la época del año o, incluso, a la edad de la persona, permitiendo adaptarse a todos los gustos y dotando a la prenda de una gran personalidad.
Por ejemplo, en invierno los kimonos se fabricaban en materiales más adecuados para soportar el frío y tenían más capas que en el caso de los kimonos de verano donde mantener el frescor y la protección del sol eran claves.
Kimono, la confección de una historia
Es normal asociar el kimono con el alto status ya que como el kimono de mayor calidad y más extendido es el de seda, pero la realidad es que en su origen la tela era mucho más áspera y no será hasta que las grandes culturas asiáticas se abran entre ellas cuando la seda formará parte de la confección de los kimonos.
La introducción de la seda es muy importante no obstante porque es la principal responsable de haber convertido al kimono en una prenda aclamada y la versatilidad de diseño que admitía la tela permitió que los kimonos se convirtiesen en auténticas obras de arte, con el consiguiente aumento de su cotización en el mercado del lujo.
El uso del kimono a través del tiempo
Si en un principio, el kimono era una prenda del día a día adaptado a cualquier clima según cómo estuviese fabricado, su popularidad derivó la prenda hacia el lujo de la belleza dando más importancia al diseño que a la funcionalidad.
Así, los estampados con flores y animales comenzaron a ser más importantes a medida que las clases altas requerían diseños más complicados con trabajo artesanal que pudiese indicar la posición social y económica de la persona.
Precisamente debido a esa “glamourización” del kimono se produjo un cambio en su uso y a medida que las prendas occidentales han entrado en el mercado asiático han ido relegando al kimono tradicional como elemento ornamental de los grandes eventos y festejos.
De hecho, hoy en día el kimono tradicional se utiliza solo en ocasiones como bodas, funerales o fiestas tradicionales mientras en occidente cada día valoramos más la comodidad que ofrece esa nueva versión de la prenda, amplia y cómoda a más no poder, pero permitiendo dar un toque elegante a cualquier look.