¿Acné? Evita estos alimentos
El acné es una afección facial causada por una obstrucción de los folículos pilosos. Esa obstrucción genera suciedad, bacterias e inicia una serie de procesos que pueden desencadenar el brote; entre otras causas como los factores hormonales típicos de la pubertad. Si bien se puede padecer acné en casi cualquier parte del cuerpo, la cara, el cuello, la espalda, el pecho o los hombros con algunas de las zonas que más se ven afectadas.
Para controlar los brotes de acné en la piel, es importante mantener una rutina de cuidado facial adaptada que nos permita mantener la piel libre de bacterias y suciedad, así como unos productos adecuados para tratar el brote según cuál sea su causa. Sin embargo, ya sabes que somos lo que comemos y hay algunos alimentos que son especialmente importantes a la hora de controlar el acné por su capacidad para impulsar los brotes.
Resumimos algunos alimentos que debes evitar si sufres brotes de acné para no agravar más la afección:
- Alimentos con grasas saturadas. Este tipo de alimentos fomentan la producción de sebo, de forma que también aumenta la probabilidad de obstrucción. Cambiar la leche entera por semidesnatada, evitar los quesos más grasos o en lugar de carnes rojas consumir carnes blancas como el pollo puede ser de utilidad.
- Por otro lado, los productos lácteos y las carnes rojas, además de las grasas saturadas, contienen hormonas adicionales (especialmente en la sociedad en la que vivimos) que también pueden empeorar el brote de acné al alterar el equilibrio hormonal del cuerpo.
- Los azúcares refinados deberían evitarse siempre que sea posible, pero más en el caso de pieles con tendencia acnéica. Evitar bebidas con gas o refrescos con alto contenido en azúcar también pueden causar inflamación agravando el brote.
- Los alimentos refinados, como aquellos que contienen harina blanca, así como alimentos”pre-fabricados” como productos preconcinados, bebidas gaseosas o dulces, pueden empeorar el acné. Uno de sus efectos es la reducción de la capacidad del sistema inmunológico, de forma que combatir el acné se hace más complicado para el cuerpo (ten en cuenta que tu cuerpo lucha contra esos micro-organismos que también causan el acné). Los hidratos de carbono complejos que tienen este tipo de productos, se liberan en el torrente sanguíneo y modifican el sistema inmune.
- Una dieta alta en sales, como los productos que son más salados como las patatas fritas o las sopas instantáneas que venden en el supermercado potencian la deshidratación de la piel. Especialmente las dietas altas en sodio, donde muchos productos pueden estar enriquecidos con yodo, pueden agravar e, incluso, causar, esos brotes.
- La cafeína tampoco es un buen aliado contra el acné. El café tiene la capacidad de alterar los niveles de las hormonas del estrés, de forma que pueden empeorar el brote de acné. En su lugar, aumenta la ingesta de agua para ayudar a limpiar y mantener en buen funcionamiento al organismo.
- Los aceites vegetales no son malos en sí mismos, pero algunas grasas omega-6 que contienen también pueden causar inflamación y empeorar el brote. Evidentemente, también va a depender mucho de cómo se consuman, porque no es lo mismo un chorro de aceite en una ensalada que una fritura rebosante de grasas saturadas.