Decálogo para la higiene dental
Mantener una dentadura fuerte y sana no es una cuestión estética. La mayor parte de los nutrientes que consumimos son a través de la boca y requieren de una buena dentadura para masticar correctamente. Además, los dolores de boca, personalmente, creo que son de los más molestos e incómodos que hay, por lo que una correcta higiene dental te ayudará a mantener una boca sana, besable y bonita. No en vano, nuestra sonrisa también es una carta e presentación.
- Visita regular al dentista. Revisar periódicamente nuestra boca puede evitar mayores complicaciones al detectar posibles caries u otras afecciones a tiempo. Por supuesto, no dudes en acudir y pedir ayuda si notas cualquier anomalía, como el sangrado de encías que es un signo de otro problema subyacente como la acumulación de placa bacteriana que puede calcificarse, convirtiéndose en sarro e inflamando las encías.
- Cepillado diario. Debemos limpiar nuestros dientes varias veces al día no obstante ten en cuenta que debes hacerlo unos 20 minutos después de comer para dar tiempo al cuerpo para regular el pH y evitar, así dañar el esmalte. No olvides cepillar también la lengua e insistir en las zonas de peor acceso y mayor acumulación de restos como la parte interior de los dientes.
- Utiliza Flúor. Este mineral potencia la renovación del esmalte dental de forma que fortalece los dientes y combate las bacterias que se acumulan en la boca. Puedes elegir tanto pasta de dientes que lo incluya en su formulación como añadirlo posteriormente con el colutorio.
- Higiene con la higiene. Es importante que todo lo relacionado con la boca mantenga cierta higiene. Por ello, es importante limpiar regularmente el lugar donde dejamos los cepillos, así como cambiar los cepillos periódicamente para evitar la acumulación de bacterias y que un cepillo de cerdas deteriorado pueda dañas la boca.
- Cuidado con el azúcar. El azúcar y los dulces, incluso los zumos de frutas, pueden potenciar la aparición de caries y otras complicaciones, por lo que debes evitar su consumo o mantener una buena higiene cuando hayas terminado de consumirlos.
- Tabaco y café. Hay algunos alimentos que pueden dañar tanto las encías como el esmalte; en el mejor de los casos el tabaco y el café van a manchar tus dientes, por lo que procura evitarlos o mantener una higiene intensiva tras su consumo dentro de lo posible.
- Alimentación. Como hemos dicho a menudo cuidar nuestro cuerpo comienza con una correcta alimentación. El consumo de alimentos con fibras, cereales, legumbres, frutas y verduras necesita que se mastique más, generando por tanto más saliva que es un potente neutralizador natural. El magnesio y el calcio te ayudarán a tener unos dientes fuertes y remineralizados.
- Dientes y estrés. El estrés es un mal amigo de la boca, ya que la tensión afecta a los músculos de la zona y puede ocasionar bruxismo que acaba por destrozar el esmalte y las encías. En caso de que padezcas este síntoma debes visitar a un especialista para mitigar los efectos en tu boca.
- Corrección de la deformación. Habitualmente casi todos sufrimos alteraciones en la óptima colocación de las piezas dentales. Muchas veces se corrige por cuestiones estéticas, pero la realidad es que muchas veces puede impedir el correcto masticado, generando otra serie de problemas a largo plazo por la mal absorción de los nutrientes.
- Mima tu boca. Muchas veces nos centramos en el cuidado del interior de la boca y se nos olvida que la parte exterior también debe mimarse. Exfolia regularmente tus labios y aplica bálsamos hidratantes y nutrientes que los mantenga en buenas condiciones, sin grietas o tiranteces.