Razones para no olvidar el After Sun
Proteger la piel del sol es algo arraigado en la conciencia social para reducir el daño producido por agresiones externas como los rayos UV y UVE procedentes de la radiación del sol.
Un punto clave de la protección y el cuidado para evitar un envejecimiento prematuro de la piel es prestar atención a su recuperación y reparación tras las agresiones diarias donde entra en juego la importancia del After Sun, dentro del cuidado corporal.
¿Qué es el After Sun?
El After Sun es una loción de uso post solar; es decir, un producto específico para utilizar tras la exposición solar para calmar y reacondicionar la piel. Habitualmente lo encontramos en muchos formatos, como la textura gel, crema o spray (habitualmente de textura ligera) y debemos escoger uno u otro en base a nuestras necesidades individuales.
Los activos que podemos encontrar en un aftersun son variados, pero, en general, tienen principios comunes como antioxidantes, vitaminas A, C, E, betacarotenos o polifenoles, que neutralizan el daño provocado en la piel y el ADN celular. También pueden contener ingredientes reparadores como el Aloe vera o refrescantes como la menta.
El aftersun debe utilizarse siempre que se exponga la piel a la radiación solar y, de hecho, se recomienda aplicarlo incluso en zonas donde no se haya expuesto directamente la piel.
Habitualmente, para aplicar el after sun debemos en primer lugar limpiar la piel de restos de cremas solares y otras impurezas como el sudor: una ducha es la mejor opción, sumado a una limpieza individual más profunda del rostro. A continuación, debemos proceder a aplicar una capa generosa de la loción aftersun en todo el cuerpo y masajearla suavemente para ayudar a su penetración en la piel.
AfterSun: El ritual Post Solar
Como comentábamos, el after sun es todo un ritual post solar que devuelve el equilibrio de la piel tras una agresión intensiva como es la exposición solar, especialmente en verano. De esta forma, ayuda a descongestionar, desinflamar, reparar, combatir la acción de los radicales libres que aceleran el proceso de envejecimiento de la piel. Así, se protege la piel y se intenta reparar el daño celular que causa la raciación UV y UVA, entre otras agresiones.
La rehidratación en profundidad al utilizar el after sun es fundamental para paliar la sequedad y tirantez que tiene lugar en la piel no solo por el sol, sino por la combinación de agresiones sobre la piel.
Por ejemplo, habitualmente no solo exponemos la piel al sol en verano, también nos bañamos en piscinas con cloro o en el mar que resecan y sensibilizan la piel. Además, este tipo de días nuestra piel también debe lidiar con altas temperaturas que deshidratan y dañan la barrera de protección hidro-lipídica de la piel. Por ello, el after sun también tiene la función de refrescar y calmar la piel para conseguir reestablecer la temperatura corporal y equilibrar a todos los niveles.
Por otro lado, la loción after sun es importante porque prolonga la duración del bronceado y, al conseguir una piel unificada, evita esas descamaciones que acaban por crear falta de uniformidad en el tono de la piel. Así, es el aliado para evitar que la piel se descame y pierda el bronceado.
Ten en cuenta que el bronceado es una oxidación de las capas superiores de la dermis, por lo que para mantenerlo es importante mimar la piel para que ese recambio celular inevitable se realice de forma suave para evitar manchas en el tono.
Por eso, dentro de los cuidados post-solares es interesante incluir una suave exfoliación semanal (cuando no haya quemaduras o afecciones similares como la hipersensibilidad) para conseguir que el bronceado sea más duradero, uniforme y bonito.