Cómo afecta el sol al cabello
Por todos son conocidos los efectos dañinos del sol en la piel, pero durante los últimos años estivales ha aumentado la importancia y preocupación sobre cómo afecta el sol al cabello y al cuero cabelludo. Lejos de ser un problema del verano, es importante mantener el cabello sano para conseguir una melena radiante y controlar la caída del cabello. Para ello, es importante controlar la exposición y protegerlo con productos capilares especialmente pensados para mantenerlo hidratado y reforzar su estructura capilar.
Como siempre, el sol y sus rayos poseen cualidades beneficiosas para el cabello e imprescindibles para la vida, pero también se convierte en un agente agresivo que debe mantenerse bajo control. Hoy repasamos los beneficios y peligros de la actuación del sol en el cabello.
Beneficios del sol en el cabello
Como comentábamos, los rayos UV procedentes del sol tienen algunos beneficios para el cabello. Principalmente, pueden influir de forma positiva para el crecimiento y el fortalecimiento del pelo.
En gran medida, esto se debe a la vitamina D, que se produce por influencia de los rayos solares, porque acelera la absorción del calcio y de los ácidos grasos por parte del organismo, de forma que ayuda a mantener una estructura más fuerte no solo del cabello, sino de otros aspectos como las uñas.
Peligros del sol en el cabello
Como todo en exceso es malo, un exceso de los rayos solares son mucho más perjudiciales que beneficiosos para el organismo, incluido el cabello. En concreto, uno de los principales problemas es que la circulación sanguínea en el cuero cabelludo se reduce. De esta forma, el exceso de sol reduce el flujo de nutrientes que llegan a los folículos capilares; deteriorando la calidad del cabello. Se trata de un aspecto que afecta durante todo el año, pero especialmente en verano porque el calor contribuye a crear sequedad en el cuero cabelludo que, como veremos a continuación, puede dar lugar a otras afecciones más allá del encrespamiento que a todas nos viene a la cabeza cuando pensamos en sol y cabello.
No obstante, uno de los primos síntomas del sol en el cabello se suele observar en la pérdida del pigmento de color. El sol altera, como sabes, la melanina que produce los pigmentos de color tanto en el cabello como en otras partes como la piel, de forma que se deteriora. si a esto le sumamos que el exceso de sol también reseca el cabello, obtenemos una fórmula peligrosa para mantener un cabello sano, hidratado y saludable. De hecho, el sol oxida y deteriora los pigmentos, de esta forma el cabello luce más apagado, especialmente en el caso de cabellos teñidos, e, incluso, pueden aparecer otras afecciones como irritaciones o dermatitis.
Por otro lado, la exposición prolongada al sol también altera la condición del cabello y el cuero cabelludo. Por ejemplo, demasiados rayos UV pueden alterar la estructura del cuero, alterando la queratina y el sebo que produce. No en vano, el cabello se compone en torno a un 70% de esas proteínas como la queratina; en concreto, el cabello está compuesto entre un 70% y un 90% por proteínas, 1-9% por lípidos y de 5-10% por agua. De esta forma, el sol provoca que el cabello pierda volumen, flexibilidad y elasticidad cuando no se protege de forma adecuada.